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Educación para la Ciudadania y la emancipación 29 enero 2009

Posted by cientificoloco88 in Educación, España, Juventud, Religión.
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Nunca antes se habían unido estos dos conceptos: «EpC» y «la emancipación». En realidad no tienen nada que ver. Pero queria comentar dos noticias de EL PAÍS que me han llamado la atención.

En primer lugar, bajo el titular «La insumisión no se rinde«, J.A. Aunión trata la noticia de la sentencia del Supremo sobre la polémica asignatura obligatoria de Educación para la Ciudadania. Esa asignatura que por lo visto, para muchos sectores conservadores y católicos, era una fuente de valores anticristianos, amorales y pro-socialistas. Nada más lejos de la realidad, oiga. Sobre todo teniendo en cuenta que los valores que promueve son los que están escritos en la Constitución de 1978 y aquellos que cualquier persona con dos dedos de frente respeta: tolerancia, respeto y democracia. ¿Cual es el problema pues? Para los sectores más conservadores (y, porqué no decirlo visto lo visto, rancios) debe ser la inclusión dentro de modelos de familia no sólo la familia tradicional de padre, madre, doce hijos y abuelos sino también los nuevos modelos emergentes de familia monoparentales y uniparentales y el trasfondo laico que tiene la asignatura. Basicamente es esto. ¿Y pueden ser objetores de conciencia? Por poder pueden. Legalmente evidentemente tendría mis dudas y, por lo visto, el Supremo también. Si para criticar la asignatura se basan en la homosexualidad y el laicismo lo tiene dificil. El matrimonio homosexual ya lleva unos añitos regulado. Y por mucho que les disguste a estos sectores, apoyado por una amplia mayoria de la sociedad española y puesto que somo un Estado democrático y con una separación Iglesia-Estado, no pueden apelar a que va en contra de su moral para tumbar una ley. Para eso tienen ya al Vaticano, donde la moral cristiana preside el país. En cuanto al laicismo, tampoco tienen mucho que decir. Cierto que constitucionalmente no somos un estado laico sino aconfesional. A efectos legales hay alguna sutil diferencia pero si calificamos una asignatura de aconfesional o de laica, ya me diran ustedes que diferencia encuentran. Por otro lado, y poniendonos quisquillosos, los ateos podriamos ponernos en huelga o negar que nuestros hijos entraran en una escuela pública donde haya crucifijos colgados de las paredes y donde se imparte religión. Y no por los valores que se enseñan en la asignatura de religión, que no son malos (en principio) sino porque no entra en mi cabeza porque se tiene que impartir en un espacio de enseñanza público una enseñanza regulada por la Iglesia. Y me da igual que no sea obligatoria. Pero las horas de Religión o la asignatura alternativa (que para quién no lo sepa en muchos institutos consiste en salir al patio a jugar al futbol) se podrián cambiar por más horas de matemáticas o inglés, campos en los que los estudiantes de este país no andan muy bollantes.

La segunda noticia se titula «La infancia más corta, la adolescencia más larga«, de Jose Luís Barbería. Un gran artículo. Pero también tengo que decir que lo veo demasiado enfocado desde el punto de vista de un adulto. No veo en el texto ninguna señal de lo que en realidad piensa la juventud sobre su situación. Es cierto que coincido con el autor en muchas de las razones que los jovenes tienen para permanecer en el nido paterno pero no creo que el seguir compartiendo vivienda con ellos sea algo de lo que particularmente la mayoria se enorgullezca. Mi punto de vista es algo diferente al de la mayoria de los jovenes. Desde hace año y medio vivo a más de 700km de mi ciudad de nacimiento, compartiendo piso en una urbanización de estudiantes gestionada por la Universitat Autónoma de Barcelona, donde curso mis estudios. El año que viene tendré que buscar piso en Barcelona, compartido con otros estudiantes. Aunque mi dependencia económica es total, no me gusta depender de mis padres. No me considero el típico que llame a su madre cuando le surge el mínimo problema en la cocina ni que lleva la maleta cargada de ropa sucia para evitarse el mal trago de poner una lavadora. Intento ser independiente ya que en el aspecto económico no lo puedo ser. Y creo que muchos otros jovenes envidiarian mi situación. Al fin y al cabo, tengo lo bueno de estar emancipado (que vivo sólo) y lo bueno de vivir con los padres (dependencia económica). Pero la dependencia económica no es plato de mi devoción. Si mantengo esta situación es porque las circunstancias me obligan. Lo cierto es que todos mis antiguos amigos me han comentado que a ellos también les gustaria estar en mi situación. Pero por otro lado también me han comentado que no quieren salir fuera de la ciudad donde nacimos porque alli estan sus amigos, su familia…y su bienestar. Creo que (aunque lo que vaya a decir atente contra la propia juventud a la que pertenezco) somos una generación que ha vivido demasiado bien y comodamente. Queremos que nuestros padres nos mantengan pero sin que nos pidan a cambio ciertas responsabilidades…y ni que decir tiene algun sacrificio social. Hoy en dia, para poder vivir de manera emancipada hay dos posibilidades: trabajar o estudiar lejos de casa. La primera opción sería la más facil si no fuera por los sueldos miseros que hay hoy en dia en España. La opción de estudiar lejos tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Inconvenientes: en primer lugar que hay que romper muchas relaciones de amistad o al menos ser consciente de que con la distancia también va a haber un alejamiento de nuestras antiguas amistades, pero a cambio conoceremos nueva gente y una nueva ciudad; en segundo lugar, se pasa de tener una vida sencilla donde apenas tienes obligaciones «caseras» a tener que hacerlo todo tu mismo; y en tercer lugar, tener el autocontrol suficiente para cumplir con las expectativas que tus padres (y tu mismo) han depositado en ti sin sucumbir a la diversión sin control (es decir, racionar fiesta y estudio). Ventajas: independencia, nuevas experiencias y, algo que les falta a muchos jovenes, madurar. Estoy convencido dada mi experiencia hasta ahora que aunque una vez acabados los estudios el sueldo que puedas conseguir en tu primer trabajo sea misero un joven que ha probado la independencia (con sus ventajas e inconvenientes) va a buscarse la vida para seguir siendo independiente de sus padres. A no ser que haya desaprovechado los años de estudios para dedicarlos a la vida contemplativa…algo muy común y a lo que uno puede acostumbrarse rapidamente. En conclusión, no creo que la dependencia sea algo que los jovenes defendamos pero tan bien es fruto de lo que nuestros padres nos han enseñado: a una vida comoda sin obligaciones. No pueden culparnos de ser una generación dependiente (o generación «ameba») si ellos son los primeros responsables de nuestro comportamiento. O ¿acaso ellos en nuestra situación no habrian hecho lo mismo?

Bien pensado tal vez estos dos artículos si tengan algo en común. Si nos critican por ser una fiel copia de nuestros padres tanto en valores como en pensamiento, porque muchos se empeñan en obligarnos a recibir una educación que tenga que ser un calco de lo que ellos ya piensan. ¿No deberiamos tener derecho para poder discernir lo que nos gustaria cambiar y lo que nos gustaria mantener de la sociedad actual? Si a los niños ya se les educa de manera que sólo lo que hasta ahora ha sido válido es lo que debe ser válido en el futuro…¿cómo va a progresar el mundo y la sociedad?